domingo, 29 de julio de 2012

Don Eduardo Giorlandini del lunfardo y tango argentino


Noticia de ARGENTINA ES TANGO   VER NOTA en origen

En los que tiene suficientes blasones como para ser tan diplomado como en su importante carrera profesional de abogado, profesor, escritor y legislador. Su largo y trascendental recorrido profesional lo podemos conocer en detalle en el sitio oficial Eduardo Giorlandini  Nosotros vamos a su encuentro para repasar lo escrito, hecho y aportado al tango y ese lenguaje, el lunfardo…

Antes de ser todo lo glosado, estimado Don Eduardo, ha habido un barrio, una escuela, aquellos primeros sueños… quizás ya algo de tango…
Usted me ha hecho una presentación que agradezco profundamente. Debo decir que advierto en sus preguntas y glosa inicial que usted es un hombre de cultura, inteligencia y respeto; por sobre todo, tiene una afectuosidad fraternal que es llegadora, ostensiblemente. Lo digo así, siguiendo el consejo deLeo Buscaglia, amigo epistolar a quien conocí personalmente: ¡Hay que expresarse!.
Quiero decir y contesto su introducción:
Pertenecí a barrios diversos, porque nací en el microcentro de Bahía Blanca; en la misma cuadra vivía el luthier que arregló la guitarra de Pettorosi, deteriorada a la salida del Palacio del Cine por la gente que apretujó aGardel en su última presencia en Bahía Blanca, en 1933; en la misma calle vivió la familia de Lacava (Armandofue director, compositor, habiendo dirigido la orquesta de Ángel Vargas); unas pocas cuadras más y lo ubicamos también a Juan Carlos Cobián y a Carlos Di Sarli.
Después viví mis primeros años en el barrio de La Falda, importante territorialmente pero sin una personalidad bien definida; posteriormente, Barrio Hospital, un ámbito de quintas, subrural. En el Barrio Villa Mitre vivía parte de la familia de mi madre, mi frecuentación con ese barrio me convenció de que tenía rasgos firmes y notables, en todo sentido, y además un alma que cantaba tangos y otras cosas que se prendieron como abrojo en mi corazón.
Fui a la Escuela Nº6, “Julio Argentino Roca”, a quien escribí mi primer poesía laudatoria, sin conciencia ni conocimiento de quién era. En esa escuela se hacía teatro y me tocó representar a Rivadavia y Sarmiento, a quienes yo no estimaba. Allí, el presidente de la Cooperadora, un abogado comunista, se interesó por mí al enterarse de que yo era un chico de la calle y los potreros, donde realizaba trabajos informales (cirujeo menor, venta de diarios y alguna vez lustrabotas, en la puerta del Hospital Municipal, a una cuadra de mi casa). Me llevó a trabajar medio día a su Estudio Jurídico, que funcionaba como una cooperativa. Al terminar el primario continué todo el tiempo (jornada legal); hice el bachillerato nocturno, por ese motivo.
Soy descendiente de sicilianos. Mi padre fue peón de la construcción, luego albañil y, finalmente, frentista calificado. Mi madre, que había sido chalequera de una empresa, se dedicó al hogar y en el mismo hacía todo, menos los zapatos. Tenía yo dos hermanos: uno fallecido a los 35 años de edad (en su tumba hay una plaqueta que dice: “Muerto en acción”), dibujante que comenzó a dedicarse a la política; también mi otro hermano, un tipo muy querido, bohemiazo total y generador de infinidad de anécdotas.
Mi padre era anarquista, pacífico y cristiano (existió una corriente así en la Argentina, donde en tiempos de Yrigoyen se habló de un anarco-radicalismo). Mi madre, católica, pertenecía a una familia radical, seguidores de un caudillo local que luego se incorporó al peronismo. Yo creo que tengo un poco de todo eso. ¡Una fusión de cosas variadas, como el tango!.
¿Mi adolescencia? Laburante, estudiante, practiqué varios deportes, estudié bandoneón y guitarra, cantaba entre amigos; comencé a leer de todo, con gran proclividad hacia el lunfardo y el habla popular, de la vida y las letras. Era muy apegado a mi familia pero tenía “espiantes” de modo intermitente, que me caracterizaron siempre.
El tango me acompañó desde mi niñez, porque mi padre fue algo guitarrero; mi madre cantaba los temas de Libertad Lamarque; en la radio, el club, las kermeses, etcétera, se difundía muchísimo el tango, el vals, la milonga, la ranchera y, en fin, la música argentina. Cine y teatro reflejaban historias de tango, tomadas de la vida real.
Resumidamente, de todo eso emerge el porqué de mis estudios de abogacía y del resto. Comencé como especialista en derecho penal y luego derecho laboral, que eran canales para mis sentimientos humanistas integrales, en todo caso al lado de los más vulnerables de la sociedad argentina. Mi viejo solía leer y hablar sobre los “bandidos” rurales y otros, de los que los sociólogos derivaron el vocablo “lumpen”.
Atesora importantes libros, varios de ellos sobre Irigoyen, Balbín, el Radicalismo. Ahora puede parecer un poco contracorriente… 
El Radicalismo era congruente con estas experiencias mías que vengo contando. Me refiero al Radicalismo histórico, el fundado por Leandro N. Alem y continuado por Hipólito Yrigoyen. Luego las cosas cambiaron. Sí, el Radicalismo está escondido, porque escondieron los principios fundadores, raigales. En nuestro país tenemos una corriente histórica y lo mejor se halla en los ideales de Mayo, en el federalismo, la justicia social, elMovimiento de Reforma Universitaria, el constitucionalismo social, las organizaciones humanistas integrales, los pensadores autónomos (que no dependen del supercapitalismo); también los docentes y científicos que defienden la tecnología alternativa, la soberanía de la región sudamericana…
¿Sabe qué vamos a hacer, don Eduardo?  Nos tomaremos unos mates y después seguimos desde esaBahía Blanca sureña, en la provincia de Buenos Aires de nuestra Argentina, presiento que Usted tiene mucho aún que contarnos. Y muy valioso…

Eduardo Aldiser          
Argentina Mundo con los estudiosos del tango argentino y el lunfardo

sábado, 28 de julio de 2012

“EL BARRIO”


Revista REFLEJOS Nº75
Por Eduardo Giorlandini

Barrio de Boedo
Algunas ideas, conceptos o sentimientos, calan hondamente en espíritu de los seres humanos; nos hacen creer cosas que, bajo ciertas circunstancias, son ciertas. En otra hipótesis nos crean intuiciones emocionales o intelectuales y, también, nos conducen a la verdad. Sin embargo, no es dable  absolutizar, porque todo es relativo, salvo Dios, para el creyente.
¿Qué pensamos del barrio? Las opiniones son diversas y cada uno aporta semillas de verdad.
El barrio tiene una larga historia. Hay quienes están tocados por la canción popular y creen que el barrio sigue siendo el mismo, a través del tiempo, porque la canción, antigua, no ha cambiado y se sigue escuchando tal como se escribió hace un siglo.
Decimos que el barrio presenta un itinerario prolongado en el tiempo porque como institución social vive desde la antigüedad y también la palabra, aunque en numerosos textos se identifica la palabra “barrio” con “arrabal”, con la periferia o la zona suburbana, o  sub-rural.
El barrio es una comunidad, una suerte de distrito político-administrativo, y es parte del arrabal, de la periferia o puede serlo del centro de una ciudad; es decir, el barrio puede ser  céntrico, o suburbano, o urbano, en las afueras del microcentro o del centro.
Ha servido de circunscripción, con fines electorales; me refiero al sistema de circunscripciones, en el cual la gente elige a los vecinos que conoce, que trata a diario, que es  reconocido cara a cara.
Porque el barrio, con sus límites correspondientes, puede ser creado por los  órganos públicos, como un concejo deliberante; pero el barrio real, es el que se va formando lentamente por el comportamiento individual y colectivo de sus pobladores; con el trabajo cotidiano, con los sentimientos que se van estableciendo, con los afectos y solidaridades expresadas en los hechos, por los vínculos sociales y familiares que se van creando gradualmente; con ciertos emblemas, como en casos es el club futbolero que nos representa y al que adherimos porque forma parte del barrio, como dije, una comunidad que con los años va ganando cierta personalidad que lo distingue, incluso por valores que son propios u otros valores que son comunes, en casi todos los barrios. Más, todo esto no es rígido o dogmático, por el contrario, es flexible y respeta a la persona humana en sus gustos y sentimientos. Hablo por alguna pequeña experiencia; en el barrio de Boedo uno puede ser  boedense  leal y consecuente y puede  ser hincha de otro club que no sea San Lorenzo; lo  mismo en Almagro, porque ambos barrios tienen una historia común;  Boedo  es algo así como un desprendimiento de Almagro y,  sin embargo, hay comunes denominaciones en esos dos barrios. Como en todo barrio, cada uno tienes rasgos  propios y otros que no lo son, que son comunes con los de otras barriadas.
Como lo expresé, el arrabal es prevalentemente la periferia, los alrededores, el suburbio –o la suburbia, según también se ha escrito-. Hay estudios, hay  historias escritas sobre el arrabal en la antigüedad remota.  En la antigüedad argentina, el arrabal se fue formando de a poco  con la permanencia en ese sector de aborígenes que eran pacíficos; después llegaron los africanos y sus descendientes, ya libres o no; más tarde los gauchos y paisanos pobres de la campaña, o evasores de líneas de frontera, que evadían pues estaban sometidos a un sistema de vida subhumana; finalmente los inmigrantes, aclarando que  las corrientes más importantes de inmigrantes fueron españoles, italianos, árabes, judíos. Aunque muchos volvieron a sus países  de orígenes,  los que se quedaron se afincaron el barrio, en los barrios, conventillos, ámbitos rurales y en las ciudades del interior, realizando todo tipo de actividades, integrándose a la sociedad argentina.
Se asimiló, un siglo atrás,  al barrio con la mala vida. Es verdad que, por excepción, hubo barrios con gente marginal y no siempre delictiva, por cierto, como el llamado “barrio de las latas”, o “barrio de las ranas”, o “la quema”, donde había hampones  y prostitutas, o el barrio llamado “Tierra del Fuego”, donde un caudillo manifestó que tenía todo lo que necesitaba para la vida: cárcel, hospital y cementerio.
Finalmente, es obvio, que el barrio sigue  siendo una gran institución social, fraterna  y solidaria.

NOTA DE LA REDACCION: El Dr. Eduardo Giorlandini  nacido en Bahía Blanca es abogado, profesor universitario, miembro de la Academia Porteña del Lunfardo, autor de numerosos libros, escritos periodísticos, investigador  y autor de  muchas canciones populares. Sin duda, el  tema del barrio y el arrabal es atrapante y tiene múltiples facetas, particularmente vinculadas con el tango y sus letras. Inolvidable el tango “Melodías de Arrabal”, con música  de  Carlos Gardel y letra de Alfredo Lepera (1932): “Barrio…barrio /que tenés el alma inquieta / de un gorrión sentimental”… Antes de esa  fecha los poetas Celedonio Flores en 1919 y Homero Manzi en tiempo del  año 40 aluden al tema, sin contar los innumerables tangos. Por ello le vamos a solicitar al Dr. Giorlandini, erudito en la materia, quiera honrarnos enriqueciendo nuestra publicación con una  nota sobre la incidencia del tango con el barrio.

Ver revista completa en: REFLEJOS

domingo, 22 de julio de 2012

GIL


Por Eduardo Giorlandini

Una noticia derivada de agencia (Montevideo, AFP-NA), publicada por “La Nueva Provincia” el 7 de abril de 2012, pág. 30, informa que el ministro de Defensa uruguayo, Eleuterio Fernández Huidobro, ex líder guerrillero, calificó a Jesucristo de “gil”: “… y que lo que se le pasó predicando fue perdonar (sic)”.
Tal expresión, que no se compadece con la libertad de expresión porque afecta la dignidad de casi toda la humanidad, motivó una generalizada desaprobación, por lo cual Fernández Huidobro trató de aclarar, carta mediante al diario “La República”, que la palabra utilizada en los tangos denota siempre un homenaje a la honestidad y a la bondad. Agregó  que en la jerga de los delincuentes “gil” es el vecino honesto y trabajador. Además, que en varias letras de tango no tiene una connotación de “malo, malvado o estúpido”.
Eleuterio Fernández Huidobro
Con toda la objetividad posible y según la riqueza inmensa de letras, vocabularios, diccionarios y, en especial, lunfardos, lo dicho por el ministro uruguayo no armoniza con la verdad; es una invención, una interpretación muy equivocada, de otro modo, porque el significado que todos, uruguayos y argentinos, informa otra semántica: Gil es tonto. Alrededor de esto hay muchas derivaciones y acepciones idiomáticas. Es posible que alguna vez se use el vocablo en un sentido afectivo, entre amigos, o cuando hay mucha confianza, o entre familiares, como, por ejemplo, cuando se le dice a alguien que está dando, concientemente o no, más de lo que corresponde razonablemente.
Más es evidente que, en el contexto de la leyenda personal de Fernández Huidobro y de lo que expresó, es un desvarío o tiene mal registrado un dato muy antiguo, del siglo XV, cuando “gil” era el individuo de un bando de la comarca cántabra de Trasmiera, según el Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española. Martín Alonso, cuya obra idiomática es conocida en gran parte del mundo, aclara que ese bando era de la montaña de Santander y sus miembros eran llamados “Giles”, adversarios de los “Negretes”. Y nada más, tan sólo esto, tan acotado, tan distante, tan distinto a lo conocido y repetido hasta el cansancio: que gil significa tonto. Así es, como hecho literario, científico y social, en el habla popular del Río de la Plata.
Seguramente, el ministro se ha expresado de la peor manera a pesar de que en Uruguay tienen una gran obra, el Diccionario del boliche, de Juan Carlos Guarnieri, que registra que gil quiere decir tonto

LAS NORMAS CONSTITUCIONALES


Por Eduardo Giorlandini

Históricamente, la Constitución de la Nación Argentina ha sido violada reiterada e impunemente; más, desde que se estableció doctrinariamente que sus normas son de tres clases: operatorias (porque se cumplen sin necesidad de reglamentación), confirmatorias (porque confirman normas anteriores) y programáticas (porque necesitan una reglamentación).
Llegó a decirse, desde una Cátedra, en la Universidad Nacional del Sur, por un profesor visitante, que la Constitución es un programa.
La distancia entre la norma y los hechos, la realidad, se debe a la falta, en la Constitución, de una norma que declare, verbigracia, que todas las normas de la misma son operatorias.
Hemos planteado esto en congresos internacionales y se interesaron en Alemania, Brasil y, en la Argentina, por intermedio del Equipo Federal de Trabajo.
A pesar de ser un tema fundamental, intereses de distinto tipo impiden esto, aunque las utopías tienen aptitud para cumplirse. Necesitamos muchísimas reformas; deben responder a los propósitos que no pocas veces son inconfesables.
No debe temerse a esa reforma. En 1917, en México, mediante una reforma se creó el Constitucionalismo Social que hoy forma parte del Derecho planetario al ser asumido por muchos países. Nosotros creemos que su antecedente se encuentra en las ideas de Manuel Belgrano; tardíamente se incorporó en parte, con la reforma de 1957.
Debe gobernar el ordenamiento jurídico.

OTRO ¡QUE VA CHA CHE!


A Evedith Adal Hosni

Estoy enfermo,
en cama;
un televisor es mi ventana:
veo celeste y blanco
el  cielo,
acariciando los techos
de humildes casas.

Sencilla musa
es la que tengo.
Pero lo que espero
es la mujer que amo
y es la que me ama.
¿Qué más quiero?
A más, lo que ata:
el mate a la mañana.

Es poca cosa
lo que observo:
pájaros surcando arriba
y mi sentimiento adentro;
oigo ruidos callejeros
que son sones y gorriones
y cielo futuro
que presiento.

Empero, estoy contento,
con libros que yo quiero:
del Negro Cele y Tuñón;
Villanueva y Carriego;
de Carlos De La Púa,
Del Valle y Gobello,
de Borges y Aizcorbe,
también de César Tiempo.

Eduardo Giorlandini
B. Bca., 15 de junio de 2012

viernes, 13 de julio de 2012

Noticia de ARGENTINA ES TANGO


Por Eduardo Aldiser

Hay tango argentino cuando Eduardo Giorlandini habla de Edmundo Rivero

Nos une el tango. Dentro de él, la admiración que sentimos por don Edmundo Rivero. Ambos lo hemos tratado, pero donEduardo Giorlandini, abogado de profesión, profesor universitario, miembro de la Academia Porteña del Lunfardo, miembro académico nacional e internacional, conferencista, autor de poesías y letras de tangos, puede presumir de ser su amigo, un muy cercano amigo del gran cantor argentino. Pocos días atrás se han cumplido los 101 años del nacimiento de este guitarrero y vocalista de voz grave y sentimiento profundo. Así lo comenta el Dr. Giorlandini. (...)
Ver nota completa en: Argentina es Tango

JORNADAS GARDELIANAS EN BAHÍA BLANCA

El Dr. Eduardo Giorlandini, una vez más, se sumó a las propuestas de "Bahía Blanca NO olvida" para Dandy Producciones. En este caso para homenajear por tercer año consecutivo en la ciudad de Bahía Blanca, al zorzal criollo, Carlos Gardel. Se trató de 4 jornadas a puro tango en diferentes escenarios de la ciudad del Sur, del 21 al 24 de Junio.


LA APERTURA - jueves 21 de Junio


Mariel Estrada, moderadora
A las 18 hs del jueves se abrieron las puertas del Auditorio de la Cooperativa Obrera (Zelarrayán 560) para que el público pudiera disfrutar de la colección “Tango” de la artista plástica Laura Gamero y las delicadas esculturas talladas en madera por Celso Biondo, quien en 2011 realizó la escultura de Carlos Di Sarli instalada en la Plaza del Tango de Bahía Blanca.
Pocos minutos más tarde los asientos comenzaron a ocuparse, aguardando a los expositores Francisco Cabeza, Carlos Benítez y Eduardo Giorlandini, que con la moderación de Mariel Estrada responderían las inquietudes de los concurrentes sobre vida y obra de Carlos Gardel.
Mariel recibió a los presentes con su encantadora voz y dio la palabra a cada expositor para una breve introducción. El Dr. Giorlandini fue el primero y se refirió a la historia del tango en general y particularidades del portador de la inigualable sonrisa que signaron la historia del género. Seguidamente “Nene” Cabeza habló de la historia y peripecias del féretro del cantor desde el accidente en Medellín hasta su reposo definitivo en el Cementerio de la Chacarita, Buenos Aires, casi ocho meses después. Finalmente, Carlos Benítez se refirió a las visitas de Gardel a Bahía Blanca.
Terminadas las breves referencias, la Sra. Estrada invitó al productor José Valle, Secretario de Relaciones Institucionales del Centro de Estudios de los Intereses Nacionales (CEIN) a entregar dos merecidas distinciones a la trayectoria, una para Néstor de la Iglesia y otra para Héctor Gay, dos referentes del  periodismo local.
A continuación se abrió el debate y, mientras rotaban imágenes del cantor del Abasto en la pantalla gigante, numerosas personas preguntaron inquietudes, contaron sus conocimientos sobre ciertas curiosidades y anécdotas del zorzal y compartieron vivencias personales relacionadas con él, como las de un hombre, que con tan solo 10 años en 1933, vio ensayar a Gardel por la transparencia de un vidrio que lo separaba por tan solo unos 30 o 40 metros del incomparable artista.


Seguidamente Mariel expresó una visión femenina de Carlos Gardel, donde incluyó el atractivo  estético y artístico del cantor y galán de películas, pero también el carnal, el relacionado con el deseo, con la apariencia viril y extremadamente varonil que regalaba su imagen y que hoy,  en un mundo plagado de ambigüedades, resulta un bien escaso. La exquisita voz femenina de la moderadora del encuentro, resaltó asimismo la sensación de amistad y acogimiento incondicional que se percibía a través de los hombros de Gardel, esos hombros capaces de abrazar y transmitir seguridad a quienes lo rodeaban.
Estas palabras fueron en preámbulo del cierre musical que llegó de la mano de Abrojito Dúo. Manuel Angelini (piano) y Nicolás Fernández Vicente (guitarras) ofrecieron, con arreglos muy personales e innovadores, obras de Carlos Gardel, Carlos Di Sarli, José Basso, entre otros.
Como despedida se sortearon artículos gardelianos: prendedores, remeras y una camiseta del club Deportivo Riestra, único que lució el rostro sonriente de Gardel en el frente. 
Al retirarse del auditorio la gente pudo seguir disfrutando de la muestra artística y de la música del zorzal en discos de pasta y cilindros fonográficos que el coleccionista Carlos Benítez acercó hasta el lugar para regocijo de los presentes.

Debemos recordar también que desde el miércoles 20 de junio la escultura del cantor fue restituida a su sitio original en la ciudad bahiense: la primera cuadra de calle O´Higgins, frente al Hotel Muñiz donde solía hospedarse en sus visitas a la localidad. 


2º JORNADA GARDELIANA EN BAHÍA BLANCA

Una de las Cinco esquinas de Villa Mitre
El segundo día de homenajes a Carlos Gardel inició en la mañana del viernes 21 de junio, a las 10,30 hs en un lugar emblemático del barrio Villa Mitre: las cinco esquinas, allí donde otrora funcionara el Cine de las Cinco Esquinas.
Dandy Producciones mandó confeccionar la segunda de las “Baldosas que NO olvidan” y había llegado el momento de que viera la luz aquella hermosa obra. Recordamos que el primer ejemplar fue en memoria de Juan Carlos Cobián y “La casita de sus viejos” en Moreno 310, inaugurada el 31 de mayo del corriente año; en este caso, el baldosón contiene una estrofa del tango “Villa Mitre” y una brevísima reseña de la vida de los autores: Mario Grossi y Eduardo Giorlandini. Ellos estuvieron presentes en el acto, así como importantes protagonistas de la cultura y la difusión cultural local.
M. GROSSI, E. GIORLANDINI, E. MORGADO y J. VALLE
La conducción estuvo a cargo de Rubén Cordi y Gaby “La voz sensual del tango” quienes invitaron a José Valle, Sergio Raimondi, Esteban Morgado, Susana Martos, Giorlandini y Grossi para destapar el pedacito de suelo que allí dejaría para siempre la huella de dos grandes hacedores de tango y la esencia de un barrio.

Seguidamente, hizo uso de la palabra el Dir. Del instituto Cultural de Bahía Blanca, Sergio Raimondi, quien llenó de elogios al profesional y a la gran persona contenida en el autor de la letra y el público presente aplaudió enardecido al compositor de la música que acompaña sus versos. Giorlandini dirigió algunas palabras a los presentes y dio paso a la música.
SERGIO RAIMONDI, Dir. del Instituto Cultural
de B.  Bca. y EDUARDO GIORLANDINI
 
El Cuarteto Sur Tango, dirigido por Grossi, llevó al disco “Villa Mitre” con la voz de Susana Matilla, quien después de contar la anécdota de su primer rechazo a grabarlo debido al escaso tiempo para aprenderlo y a su pertenencia al barrio Bella Vista, expresó su amor por Villa Mitre, los recuerdos de la infancia en casa de sus abuelos villeros cuyo patio se inundaba como cuenta la letra de la obra, a la vera del Napostá, e interpretó el tango a capela.
No hay palabras suficientes para describir aquella postal: decenas de personas concentradas en una de las esquinas más características de la ciudad, en torno a un sitio que reunió multitudes en otras épocas (cuando el cine gozaba de plena bonanza) con los ojos húmedos por los nombres evocados y los recuerdos personales, oyendo una voz solitaria y sensible que resonaba en cada uno de los corazones con las palabras acertadas de Eduardo y describiendo las notas bellísimas de Mario.
Una mañana que quedará en
SUSANA MATILLA
 el recuerdo de los presentes y en los discursos de quienes lo transmitan a otros cada vez que alguien pregunte qué significa esa baldosa diferente precisamente allí.
Antes de finalizar el encuentro, el CEIN, a través de José Valle, distinguió la trayectoria de Susana Martos, Presidenta de la Comisión de Reafirmación Histórica de la ciudad de Bahía Blanca, quien emocionada agradeció la medalla con el rostro de Carlos Gardel, especialmente acuñada en alpaca para la ocasión.
El cierre del acto fue a puro ritmo, con la participación de Susana Giandoménico y Oscar Martínez bailando “La Cumparsita” allí mismo, sobre la nueva baldosa.