martes, 13 de septiembre de 2011

EL TANGO ES TRADICIÓN

Por Eduardo Giorlandini

Académicamente, tradición es la transmisión de noticias, obras, doctrinas, usos, ritos y costumbres hechas de generación en generación; y es algo más todavía, en diversos campos de la realidad y del conocimiento, incluso científico.
En la Argentina se vincula prevalentemente al orbe rural, tanto que el día de la tradición fue instituido el 10 de noviembre, en homenaje a José Hernández, que nació ese día del año 1832, autor de la obra culminante de la literatura de nuestro país y libro nacional "El gaucho Martín Fierro".
De allí la costumbre, que ya es tradición, de actos, ceremonias y recordaciones en todo el país para recordar todas las manifestaciones culturales vinculadas al campo, al gaucho, al gauchaje, al payador y al cantor rurales, aunque con el correr del tiempo éstos -en parte- se hayan radicado en la ciudad y convertido en artistas de la ciudad y profesionales de circo, teatro, radio, cine y televisión, recalando en los ámbitos impositivos del CUIL y el CUIT.
Pero gracias a Dios, la tradición continúa y en forma de nuestros sentimientos argentinistas maguer haya sido instaurado en 1934, en la provincia de Buenos Aires, por el Gobernador Manuel Fresco, es decir, en tiempos en que el "fraude patriótico" y las "trenzas electorales" denominadas "benéficas" eran parte de la tradición electoral patológica. Luego fueron otros gobiernos provinciales los que instituyeron el día, que se identifica como "día del folklore", que yo escribo "folclore", lo que no es nada tradicional.
Y cabe preguntarse si el tango no entra en la lista, como diría San Fierro.
Doy mi opinión: Sí. Reléase el concepto líneas arriba. Y si no existe el tango tradicional no existe el vanguardista. ¿Dónde ponemos al músico más grande del siglo, junto a otros en el mundo, que fue Astor Piazzolla? ¿dónde al gran Eduardo Rovira? ¡aunque yo valore mucho al tango canción!.
El tango, como tantas otras expresiones culturales, artístico-musicales, junto a otros objetos de la cultura, forma parte de la tradición y también del folklore. Se me podría contestar y está bien; hay que respetar las opiniones y expresiones y también las mías. Puede afirmarse que el tango es folklore, aunque no sea anónimo y además quiero anotar que parte del tango en los orígenes fue anónimo y lentamente o no aparecieron las autorías. Pero adviértase que hay canciones populares que llegaron no se sabe de dónde; en casos sí. Luego modificadas o no, adaptadas o no, remendadas o no, figuraron con autoría. Algunas famosas sorprenderían, porque involucran a famosos, cuando el plagio no existía y no era agravio.
Carlos Gardel en la película "Flor de durazno"
El tango tuvo un proceso de folklorización y propio de la tradición. Gardel fue tan grandioso que al sintetizar el criollismo y el tango canción, el vestirse de arrabalero y de gaucho, al expresar a todos los ámbitos, paisajes, personajes y sentimientos de la Argentina lo convirtió en el símbolo de la cultura nacional y popular, y la Argentina fue más conocida en el mundo por el tango y el folklore, además de los burros, el boxeo y el fútbol. Pues como lo escribió don Ata, en una carta enviada a mi amigo Eduardo Bazán Ramírez, a propósito de las giras de cierto embajador de la historia argentina, nos conocían más por la música que por las representaciones diplomáticas ya que según Yupanqui: "Otra cosa en con guitarra". Y si así no fuere: "¡Andá a cantarle a Gardel!".
Convengamos que hace tanto a la tradición la pulpería de la campaña como el boliche de la ciudad; que "Mi noche triste, es tan tradicional como lo es -con vigorosos sentimientos- el Himno Nacional Argentino". Más: recuerdo un artículo de Miguel E. Espeche, Psicología y Tradición, donde explicaba que la palabra tradición no es de las que mejor han sido tratadas en estos tiempos de modernidad y posmodernidad; también en los orígenes vienen por el lado de la inmigración; tradición será la palabra -escribió- que hará recordar danzas y formas de vida de una lejana patria. Es claro que hay demasiados motivos para querer hondamente lo nuestro, digo yo, destacando la presencia del tango y del folklore musical, coreográfico y literario.
¿Acaso podríamos rechazar la versión folklórica (en la que se cantan tradiciones argentinas de Francisco H. Orellano) del libro "Evangelio según San Fierro".

"Usaré las comparanzas, 
que Jesús hubiera usao,
si él hubiera predicado,
compadres, sin duda alguna,
en La Pampa o en la Puna,
con los criollos mesturao".

Salvador Ferrando Lamberty, en ABC do Tradicionalismo Gaúcho -con cuya cita mercosureamos disgustados la cuestión- incluye en la tradición a los valores espirituales, los hechos históricos, los hábitos, las ideas, el artesanado, etcétera. En los sellos postales contemporáneos, lo vemos a Atahualpa, a Pichuco, al Gato Piazzolla, a Inodoro Pereyra y Patoruzú, entre otros. ¡Está bien caracho!. Hay que recordar la tradición argentina y festejar. De otro modo será como los versos de Julián Charrás, que Ignacio Corsini fragmentó e hizo vals Tristeza Criolla:

"Se han borrado del pasado
los recuerdos de esta tierra,
ya en el llano y en la sierra
el silencio es general"


Nota publicada en la Revista Imagen Pública, Año VIII nº 79, Octubre de 1999.

lunes, 12 de septiembre de 2011

1º FESTIVAL NACIONAL DE TANGO DE BAHÍA BLANCA "CARLOS DI SARLI"

El Dr. Eduardo Giorlandini formará parte del 1º Festival Nacional de Tango a realizarse en la ciudad de Bahía Blanca que llevará el nombre de la figura más ilustre que ha dado la ciudad en el 2x4: Don CARLOS DI SARLI.
Con entrada libre y gratuita, el Dr. Giorlandini brindará una conferencia en la Confitería de la Estación Sud el día 30 de Septiembre a las 19 hs, acompañado de otros expositores y dos grandes valores del tango local.

sábado, 3 de septiembre de 2011

ARMANDO LACAVA


Por Eduardo Giorlandini

Lo primero que pensé, tratándose de Armando Lacava fue ¿Cómo comenzar a expresarme sobre él? Dicho de otro modo: ¿Cómo evocarlo?
Antes de una suerte de ficha técnica, es la fotografía que tengo a la vista, con su dedicatoria: “Para el amigo Eduardo Giorlandini, con todo mi afecto. Armando Lacava”. Ahí está el Maestro; con su vestimenta de antes, formal: traje, camisa y corbata; sus lentes, de cuatro décadas atrás; nada en sus manos, sobre el teclado del piano; mira hacia un costado, buena y reflexivamente, como pensando en el tango que interpretaba como solista.
La misma imagen que ilustraba sobre su elegancia, la verdadera elegancia de que escribió Azorín, cuyo signo principal es la sencillez, que es la que tradicionalmente exigieron los tangueros. Y, al dorso de la tarjeta postal, lo impreso: “Armando Lacava, nuestro astro del tango, y Ester Lucía, en una de sus mejores creaciones: Donde estás cariño, tango de Riel, R. Yiso y G. Sánchez… Los grandes éxitos de la Canción Popular son publicados por la Editorial Julio Korn S.R.L.”
Es  la misma figura que yo recuerdo en “El Rincón de José Canet”, en Callao, casi Corrientes, donde también actuaban Mister Chassman y Chirolita. Yo estaba en la barra y Julián Centeya, que en ese mismo lugar era otro protagonista, le hizo creer a Mister Chassman –seudónimo de Ricardo Gamero- que yo era hermano gemelo de Armando Lacava. Así que Chirolita, luego de su clásico inicio, ya que comenzaba con la pregunta, sobre las rodillas de su creador: “¿Qué hacés negro?”, le preguntó también: “¿Lo viste al hermano gemelo de Lacava?”.
Pero Armando Lacava, según el acta de nacimiento, de acuerdo a la declaración que hace en ella su padre Roque, nació el 12 de diciembre de 1915, en la calle Fitz Roy 333, de la ciudad de Bahía Blanca, siendo su madre Emilia Migues. Era casi veinte años mayor que yo. Yo nací también en la calle Fitz Roy, a dos cuadras de la casa de la familia Lacava. Mi relación con Armando comenzó en 1964; nos encontramos en La Plata, después en Radio Belgrano. Pero la historia artística de él comenzó mucho antes.  Murió el 08 de abril de 1988; en su ciudad natal tiene numerosos familiares, que lo recuerdan con mucho cariño; en familia era “El Negrito”. Estaba casado con Esther Rosales, cantante. Su nombre real, de familia era Ester Denovoski. Ella informó sobre la muerte, en el Hospital, de su esposo Armando Lacava, y en el mismo nosocomio se enteró la mujer de Roberto Grela, quien lo comunicó a SADAIC.
De los recuerdos personales, que documentados son pocos, tengo una carta de Graciela Lacava, donde me habla del tío “Negrito”, es decir, Armando, y me envía algunas noticias. Guardo en mi archivo algunas curiosidades, como fotografías: una es del tiempo en que Ángel Vargas, “El Ruiseñor de las Calles Porteñas”, cantaba con la famosa orquesta típica que dirigía desde el piano Armando Lacava y la publicidad informaba “los brillantes éxitos de su repertorio”, como Oración rante, A Villoldo, Dejame vivir mi vida, Si es mujer ponele Rosa, Milonga Sentimental, Lucio Paredes, Muñeca del Once, Tras cartón, Mentirosa, Sin alardes. En otras fotos con Hugo del Carril, cuando el espectáculo de su “Carpa del Pueblo”, respecto al que informó la prensa: “El buen espectáculo que se ofrece a diario en la carpa cuenta con un numeroso y popular elenco que integran, entre otros, Rosana Falasca, Furia, Héctor Gagliardi, Ricardo Guzmán, Agustín Irusta, Coco Martínez, Floreal Ruiz, Alba Solís, Argentinita Vélez y la gran orquesta conducida por el maestro Armando Lacava”. Una partitura de un tango poco conocido, Llamame tango, con música y letra de Armando Lacava, Rodolfo Di Sarli y Ester Lucía. La partitura fue publicada por Música Argentina e Internacional S. A y creo decir bien, porque además surge de la misma, que Armando también escribía letras; por ello, un día me dijo: “Las buenas letras de tango deben tener un final fuerte”.
Quiero destacar que Armando Lacava tuvo su orquesta propia, y como músico y pianista, además hacía los arreglos, y de esto hay un testimonio representativo, con algunas interpretaciones como Penetrante, El día que me quieras, El último escalón, Inspiración. Luis Adolfo Sierra, el más significativo historiados de la orquesta típica, lo ubica entre los más capacitados arregladores del género.
Asimismo, además de lo ya expresado, fue director acompañante de Raúl Iriarte y Mario Bustos. Recorrió todos los andariveles del tango, los bailes, la radio, el disco; recorrió algunos países del continente americano; luego de su gira en México formó un sexteto con el vocalista “Leoncito” Beltrán. Fue reconocido en “El Patio del Tango”, en calle  Corrientes y su última época en la whiskería “Cambalache”, en calle Libertad casi Córdoba.
Fue compositor de tangos cantables y también orquestables, instrumentales.
Reitero y agrego algo a lo ya manifestado: los temas representativos de los que fue compositor, para no confundir sus interpretaciones en general con aquellas otras de las que fue compositor, fueron Dos y una vida,  Un tango y nada más, El picaflor del Oeste y Lucio Paredes, todos cantables y A Villoldo, instrumental.
Podemos volver a decir lo que aconteció con algunas figuras valiosas del tango: el hecho de la exclusión que tuvieron por diversas circunstancias, algunas imputables a los propios protagonistas, como la necesidad apremiante de trabajar intensamente para sostenerse; la humildad puesta de manifiesto como una actitud natural, propia del temperamento; en el hecho de no haber buscado caminos para que la obra quede improntada, con primacía, en el disco. Por otro lado, los empresarios que fueron eternamente más comerciales,  a pesar de sus sentimientos tangueros, que pusieron más la atención en algunos creadores, todos óptimos, sin considerar el hecho objetivo de muchos que también lo fueron. Y mucho se ha relegado, o se ha perdido o quedado en ámbitos privados sin brindarse  a la comunidad; también, la comodidad y utilidad de regrabar, de no rehacer cosas valiosas que obligan a mayor esfuerzo y hasta incertidumbres sobre la rentabilidad. Agregaremos la desnacionalización de nuestra música clásica nacional, como ya lo es el tango, o al menos está en el itinerario; falta igualmente el reconocimiento de la literatura del tango y de todo aquello que es denominado “popular”, en vez de nacional argentino.
Acerca de la personalidad de Armando Lacava, sumando a rasgos ya expresados, este hombre alto, corpulento, de cabello tirando a ondulado, invariablemente con su amplia sonrisa, menos cuando se hallaba en función de actuar el tango, era un buenazo, de gesto reposado, de una cordialidad y simpatía respetuosa, que nunca caía en la adulonería ni en la actitud de crear anécdotas y leyendas más tendientes al caramelo en lugar de pensar en la estética y el enaltecimiento que se compadece con la seriedad del tango. 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Gaby "La voz sensual del tango"

Cantante, cantora o cancionista, son palabras usadas indistintamente, que no alcanzan a conceptuar la personalidad de una intérprete, en no pocas ocasiones, como en el caso de la recordada Gaby, actual protagonista del tango argentino.
De algún modo, la rutina impone la utilización indiferenciada de los vocablos, pero, si se trata de una descripción más ajustada a su arte, debemos señalar que es una intérprete tanguista que habiendo recibido el epíteto de “La Voz Sensual del Tango”, como generalmente acontece, el mismo no es suficiente y por ello a él se van agregando otros adjetivos, y, de esta manera, se va integrando la individualidad con mayor plenitud, como sucedió merecidamente con “El Zorzal Criollo”.
Gaby junto a Eduardo Giorlandini en la presentación del 6º disco de la
cantante titulado "La copa Rota"
“Interpretar”, en Gaby, es mucho más que cantar y la idea de una interpretación íntegra informa sobre la calidad de su voz, del gesto y del cuerpo, que acompañan a la expresión artística oral. Antes de ahora, de este momento en que Gaby enriquece la estética de su arte con nuevas pulsaciones, me pareció que es asimismo “La Voz Dulce del Tango”, con el vocabulario afectivo propio del habla popular; su capacidad interpretativa da cuenta de su ternura y –por causa de su sensibilidad y su identificación con la música y la letra- transmite los estados íntimos de los personajes y de las circunstancias del paisaje urbano y del orbe social, que contienen los temas literarios del tango.
Así, canta el tango como es, vital, entrañable y querendón. Su impronta es ostensible en el disco y en el escenario; no pocos santuarios del tango repararon en ella, en la cuna rioplatense del género, donde constantemente priman y armonizan los ecos de la historia y de la tradición con la contemporaneidad y los nuevos impulsos renovadores que son los frutos de las cosas que remozan la substancia ontológica de la canción nacional argentina.
No se compadece la performance con el azar, sí con las querencias que no marchitan en el espíritu de la gente. También Bahía Blanca, su ciudad adoptiva, la reconoce, por lo cual no pocos bahienses la esperamos para escuchar y ver su expresión.
Eduardo Giorlandini