A Evedith Adal Hosni
Estoy enfermo,
en cama;
un televisor es mi ventana:
veo celeste y blanco
el cielo,
acariciando los techos
de humildes casas.
Sencilla musa
es la que tengo.
Pero lo que espero
es la mujer que amo
y es la que me ama.
¿Qué más quiero?
A más, lo que ata:
el mate a la mañana.
Es poca cosa
lo que observo:
pájaros surcando arriba
y mi sentimiento adentro;
oigo ruidos callejeros
que son sones y gorriones
y cielo futuro
que presiento.
Empero, estoy contento,
con libros que yo quiero:
del Negro Cele y Tuñón;
Villanueva y Carriego;
de Carlos De La Púa,
Del Valle y Gobello,
de Borges y Aizcorbe,
también de César Tiempo.
Eduardo Giorlandini
B. Bca., 15 de junio de 2012
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