sábado, 3 de septiembre de 2011

ARMANDO LACAVA


Por Eduardo Giorlandini

Lo primero que pensé, tratándose de Armando Lacava fue ¿Cómo comenzar a expresarme sobre él? Dicho de otro modo: ¿Cómo evocarlo?
Antes de una suerte de ficha técnica, es la fotografía que tengo a la vista, con su dedicatoria: “Para el amigo Eduardo Giorlandini, con todo mi afecto. Armando Lacava”. Ahí está el Maestro; con su vestimenta de antes, formal: traje, camisa y corbata; sus lentes, de cuatro décadas atrás; nada en sus manos, sobre el teclado del piano; mira hacia un costado, buena y reflexivamente, como pensando en el tango que interpretaba como solista.
La misma imagen que ilustraba sobre su elegancia, la verdadera elegancia de que escribió Azorín, cuyo signo principal es la sencillez, que es la que tradicionalmente exigieron los tangueros. Y, al dorso de la tarjeta postal, lo impreso: “Armando Lacava, nuestro astro del tango, y Ester Lucía, en una de sus mejores creaciones: Donde estás cariño, tango de Riel, R. Yiso y G. Sánchez… Los grandes éxitos de la Canción Popular son publicados por la Editorial Julio Korn S.R.L.”
Es  la misma figura que yo recuerdo en “El Rincón de José Canet”, en Callao, casi Corrientes, donde también actuaban Mister Chassman y Chirolita. Yo estaba en la barra y Julián Centeya, que en ese mismo lugar era otro protagonista, le hizo creer a Mister Chassman –seudónimo de Ricardo Gamero- que yo era hermano gemelo de Armando Lacava. Así que Chirolita, luego de su clásico inicio, ya que comenzaba con la pregunta, sobre las rodillas de su creador: “¿Qué hacés negro?”, le preguntó también: “¿Lo viste al hermano gemelo de Lacava?”.
Pero Armando Lacava, según el acta de nacimiento, de acuerdo a la declaración que hace en ella su padre Roque, nació el 12 de diciembre de 1915, en la calle Fitz Roy 333, de la ciudad de Bahía Blanca, siendo su madre Emilia Migues. Era casi veinte años mayor que yo. Yo nací también en la calle Fitz Roy, a dos cuadras de la casa de la familia Lacava. Mi relación con Armando comenzó en 1964; nos encontramos en La Plata, después en Radio Belgrano. Pero la historia artística de él comenzó mucho antes.  Murió el 08 de abril de 1988; en su ciudad natal tiene numerosos familiares, que lo recuerdan con mucho cariño; en familia era “El Negrito”. Estaba casado con Esther Rosales, cantante. Su nombre real, de familia era Ester Denovoski. Ella informó sobre la muerte, en el Hospital, de su esposo Armando Lacava, y en el mismo nosocomio se enteró la mujer de Roberto Grela, quien lo comunicó a SADAIC.
De los recuerdos personales, que documentados son pocos, tengo una carta de Graciela Lacava, donde me habla del tío “Negrito”, es decir, Armando, y me envía algunas noticias. Guardo en mi archivo algunas curiosidades, como fotografías: una es del tiempo en que Ángel Vargas, “El Ruiseñor de las Calles Porteñas”, cantaba con la famosa orquesta típica que dirigía desde el piano Armando Lacava y la publicidad informaba “los brillantes éxitos de su repertorio”, como Oración rante, A Villoldo, Dejame vivir mi vida, Si es mujer ponele Rosa, Milonga Sentimental, Lucio Paredes, Muñeca del Once, Tras cartón, Mentirosa, Sin alardes. En otras fotos con Hugo del Carril, cuando el espectáculo de su “Carpa del Pueblo”, respecto al que informó la prensa: “El buen espectáculo que se ofrece a diario en la carpa cuenta con un numeroso y popular elenco que integran, entre otros, Rosana Falasca, Furia, Héctor Gagliardi, Ricardo Guzmán, Agustín Irusta, Coco Martínez, Floreal Ruiz, Alba Solís, Argentinita Vélez y la gran orquesta conducida por el maestro Armando Lacava”. Una partitura de un tango poco conocido, Llamame tango, con música y letra de Armando Lacava, Rodolfo Di Sarli y Ester Lucía. La partitura fue publicada por Música Argentina e Internacional S. A y creo decir bien, porque además surge de la misma, que Armando también escribía letras; por ello, un día me dijo: “Las buenas letras de tango deben tener un final fuerte”.
Quiero destacar que Armando Lacava tuvo su orquesta propia, y como músico y pianista, además hacía los arreglos, y de esto hay un testimonio representativo, con algunas interpretaciones como Penetrante, El día que me quieras, El último escalón, Inspiración. Luis Adolfo Sierra, el más significativo historiados de la orquesta típica, lo ubica entre los más capacitados arregladores del género.
Asimismo, además de lo ya expresado, fue director acompañante de Raúl Iriarte y Mario Bustos. Recorrió todos los andariveles del tango, los bailes, la radio, el disco; recorrió algunos países del continente americano; luego de su gira en México formó un sexteto con el vocalista “Leoncito” Beltrán. Fue reconocido en “El Patio del Tango”, en calle  Corrientes y su última época en la whiskería “Cambalache”, en calle Libertad casi Córdoba.
Fue compositor de tangos cantables y también orquestables, instrumentales.
Reitero y agrego algo a lo ya manifestado: los temas representativos de los que fue compositor, para no confundir sus interpretaciones en general con aquellas otras de las que fue compositor, fueron Dos y una vida,  Un tango y nada más, El picaflor del Oeste y Lucio Paredes, todos cantables y A Villoldo, instrumental.
Podemos volver a decir lo que aconteció con algunas figuras valiosas del tango: el hecho de la exclusión que tuvieron por diversas circunstancias, algunas imputables a los propios protagonistas, como la necesidad apremiante de trabajar intensamente para sostenerse; la humildad puesta de manifiesto como una actitud natural, propia del temperamento; en el hecho de no haber buscado caminos para que la obra quede improntada, con primacía, en el disco. Por otro lado, los empresarios que fueron eternamente más comerciales,  a pesar de sus sentimientos tangueros, que pusieron más la atención en algunos creadores, todos óptimos, sin considerar el hecho objetivo de muchos que también lo fueron. Y mucho se ha relegado, o se ha perdido o quedado en ámbitos privados sin brindarse  a la comunidad; también, la comodidad y utilidad de regrabar, de no rehacer cosas valiosas que obligan a mayor esfuerzo y hasta incertidumbres sobre la rentabilidad. Agregaremos la desnacionalización de nuestra música clásica nacional, como ya lo es el tango, o al menos está en el itinerario; falta igualmente el reconocimiento de la literatura del tango y de todo aquello que es denominado “popular”, en vez de nacional argentino.
Acerca de la personalidad de Armando Lacava, sumando a rasgos ya expresados, este hombre alto, corpulento, de cabello tirando a ondulado, invariablemente con su amplia sonrisa, menos cuando se hallaba en función de actuar el tango, era un buenazo, de gesto reposado, de una cordialidad y simpatía respetuosa, que nunca caía en la adulonería ni en la actitud de crear anécdotas y leyendas más tendientes al caramelo en lugar de pensar en la estética y el enaltecimiento que se compadece con la seriedad del tango. 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Gaby "La voz sensual del tango"

Cantante, cantora o cancionista, son palabras usadas indistintamente, que no alcanzan a conceptuar la personalidad de una intérprete, en no pocas ocasiones, como en el caso de la recordada Gaby, actual protagonista del tango argentino.
De algún modo, la rutina impone la utilización indiferenciada de los vocablos, pero, si se trata de una descripción más ajustada a su arte, debemos señalar que es una intérprete tanguista que habiendo recibido el epíteto de “La Voz Sensual del Tango”, como generalmente acontece, el mismo no es suficiente y por ello a él se van agregando otros adjetivos, y, de esta manera, se va integrando la individualidad con mayor plenitud, como sucedió merecidamente con “El Zorzal Criollo”.
Gaby junto a Eduardo Giorlandini en la presentación del 6º disco de la
cantante titulado "La copa Rota"
“Interpretar”, en Gaby, es mucho más que cantar y la idea de una interpretación íntegra informa sobre la calidad de su voz, del gesto y del cuerpo, que acompañan a la expresión artística oral. Antes de ahora, de este momento en que Gaby enriquece la estética de su arte con nuevas pulsaciones, me pareció que es asimismo “La Voz Dulce del Tango”, con el vocabulario afectivo propio del habla popular; su capacidad interpretativa da cuenta de su ternura y –por causa de su sensibilidad y su identificación con la música y la letra- transmite los estados íntimos de los personajes y de las circunstancias del paisaje urbano y del orbe social, que contienen los temas literarios del tango.
Así, canta el tango como es, vital, entrañable y querendón. Su impronta es ostensible en el disco y en el escenario; no pocos santuarios del tango repararon en ella, en la cuna rioplatense del género, donde constantemente priman y armonizan los ecos de la historia y de la tradición con la contemporaneidad y los nuevos impulsos renovadores que son los frutos de las cosas que remozan la substancia ontológica de la canción nacional argentina.
No se compadece la performance con el azar, sí con las querencias que no marchitan en el espíritu de la gente. También Bahía Blanca, su ciudad adoptiva, la reconoce, por lo cual no pocos bahienses la esperamos para escuchar y ver su expresión.
Eduardo Giorlandini

miércoles, 31 de agosto de 2011

CARLOS DI SARLI

Orquesta de Carlos Di Sarli con sus cantantes Alberto Podestá y Roberto Rufino
Por Eduardo Giorlandini

Las raíces del tango en la ciudad de Bahía Blanca están incorporadas a la raigambre fundacional de la misma.
La cultura raigal fue evolucionando con el baile, la payada y la música autóctona; con el tiempo se insertan la milonga y el tango.
En una rinconada pequeña de la ciudad, se hermanan especies que constituyen nuestro folklore rural y urbano; se trata de una expresión propia del saber del pueblo y, en un sentido más amplio todavía, de la ciencia de la vida cotidiana.
En ese ámbito territorial y social surgen protagonistas que manifiestan, por un lado, el reflejo de la gran aldea luego convertida en megalópolis, y, por otro lado, la síntesis de una creación que es a la vez del campo y de la ciudad.
Parte de esos personajes principales de la historia se identifican con una pléyade notable, desde Augusto P. Berto hasta la cantante Gaby. Berto compone La Payanca, un modo de enlazar en el campo las patas del animal, que trasladado a la ciudad se convierte en un juego infantil para enlazar gallinas. Julio S. Canata, cuya biografía escribió Luis Ricardo Furlan, escribe versos con un lenguaje representativo del vocabulario gaucho y del lunfardo; no escribió letras pero estableció un cimiento, acercándose, en esto, a Evaristo Carriego.
De la franja lugareña de que hablábamos, no de un barrio, emergen Juan Carlos Marambio Catán, Juan Carlos Cobián, Carlos Di Sarli y Armando Lacava. Todos migraron hacia la ciudad donde el tango nació, desde donde se difundió, argentinizándose e internacionalizándose.
La letra permite generalmente una interpretación de la infra-historia, del drama o del mensaje; la música llegadora nos transmite los sonidos de la circunstancia; del viento, de la brisa que viene por el mar o por la tierra, o del susurro del arroyo Napostá, como lo sentimos los bahienses cuando escuchamos Bahía Blanca.

Nido gaucho, una historia de amor que se quiere eterno, tiene una explicación. Es posible que Carlos Di Sarli le haya contado a Héctror Marcó sobre la morada y el lugar suburbano o subrural donde trascurrió su infancia y su juventud.

"Luciendo su color de esperanza
viste el campo su plumaje,
y el viento hace vibrar sus cordajes
en los pastos y en la flor.
Yo tengo mi ranchito en la loma
donde cantan los zorzales...
Margaritas y rosales han brotado para vos,
porque un día será ese nido gaucho
de los dos."

Yo me crié a la vuelta de la casa donde vivió Di Sarli; en una calle paralela a la entonces Buenos Aires, hoy Hipólito Yrigoyen; a pocos metros, el Napostá, hoy entubado. Mirando desde uno de los lados de la plaza Rivadavia, hacia la casa de Di Sarli se veían las lomas, todavía, hace setenta años. Trasponiendo el arroyo, estaba el campo, a ocho cuadras del centro. Esto confirma lo expresado y que Héctor Marcó dibujó el paisaje del tango.

Valga la aclaración: el 8 de enero de 1903 el padre de Carlos inscribe el nacimiento en el Registro Civil, ocurrido en el día anterior en su domicilio de San Martín 48, a la una de la mañana. En San Martín 48 se hallaba la puerta de entrada al domicilio; en la misma calle, en el número 44, la entrada a la armería de propiedad de su padre, Domingo Miguel. Fue inscripto con el nombre de Cayetano, no Carlos, con que el Maestro sustituyó el nombre real, legal, de la familia. En tal caso habríase trasladado luego a la calle Buenos Aires.
Fue un niño común y corriente; recibió educación en el Colegio Don Bosco y, musical, en el Conservatorio Williams, junto a Cobián. El tango se prendió a él, dándole presencia y pulsaciones en el piano, consolidando su propósito de arraigarse en la ciudad Capital, cuando a los quince años de edad escuchó a Firpo y a Gardel en el Teatro Municipal de Bahía Blanca.
Luego de muchas actuaciones en la ciudad, en la zona y en varias provincias, se radica en Buenos Aires, tocando en todos los santuarios tangueros que fueron comunes a los músicos de provincia en los inicios del derrotero artístico, que abrevaron esencias inmarcesibles y los sones de una concepción que generó resultantes culturales artísticas, literarias, musicales y coreográficas como una marca del ser nacional.
Es imposible glosar su vida y obra, grande, rica y valiosa, cimiento de una música clásica nacional argentina, reivindicativa, que remoza el sentimiento, las emociones y substancias de lo que había sido el basamento fundacional del tango argentino, junto a los primeros creadores, Gardel, Cobián, De Caro, Fresedo... a partir de 1917.
Mucho se ha escrito y expresado. Yo deseo traer a estas humildes palabras la evocación de un hombre entero, hominizado, determinado por cierto misticismo, que en su alta infancia rezó arrodillado a la vera del arroyo vecino; que en su mocedad romántica, en la primera vuelta del pago chico, lloró abrazado a las rejas de su casa.
Hablemos de un ser con extrema sensibilidad que produjo obras e interpretaciones estéticas, alejadas de la ética utilitaria, del pragmatismo y la comercialización. Maestro en el arte, en la vida, en las relaciones humanas; generoso con todos y especialmente con los niños, a quienes donó buena parte de sus derechos de autor. Hombre de respeto, de laboriosidad; sembrador de afectos fraternos cuyos frutos espirituales y emocionales recogió en su itinerario de todas las parcelas de la vida porteña, del ambiente en que actuó su saber, su amor, su creatividad y su técnica. Admirado por Troilo y por Discépolo; Pichuco dijo que era "maestro de maestros" y se lamentó de que se llevara sus secretos a la tumba, el arcano que lo estableció como "Señor del Tango".
Por su naturaleza especial y por su Fe, fue un ser piadoso; víctima de la difamación, no contestó el agravio; perdonó, toleró y se impuso con grandeza a la maledicencia, la envidia y la mentira.
Fue invariablemente agradecido y dio testimonios al respecto con hechos y obras: Milonguero viejo, lo fue para Osvaldo Fresedo, amigo y mentor; El ángel de los niños, fue la señal de sus sentimientos solidarios; expresó su gratitud, igualmente, dedicando su tango Meditación a los hermanos Fortunato y Carmelo Mattino, en contingencias difíciles para el cumplimiento de sus sueños; su agradecimiento a su ciudad se improntó en el tango Bahía Blanca.

Eduardo Giorlandini, Amelia Gómez de Di Sarli (Viuda de Carlos Di Sarli) y Gaby "La Voz Sensual del Tango", en el homenaje rendido al maestro bahiense en el Teatro de la Ribera (La Boca) el día 27 de agosto de 2011 en el marco del Festival y Mundial de Tango de Bs As.

martes, 30 de agosto de 2011

EDUARDO GIORLANDINI EN INAUGURACIÓN DE MONUMENTO A GARDEL

Bahía Blanca, 24 de junio de 2011

Sonriente, levemente inclinado sobre la espalda y ocupando uno de los bordes del banco de hierro y madera, la figura del cantor Carlos Gardel es parte desde hoy del paisaje urbano de la primera cuadra de calle O'Higgins, a pocos metros del histórico y centenario hotel Muñiz donde se alojara Carlos Gardel  en ocasión de sus últimas actuaciones en nuestra ciudad.
La obra formo parte de un emprendimiento impulsado por el empresario de espectáculos José Valle y fue realizada por el artista Guido Llordi utilizando resina y fibra de vidrio. "Estamos concretando homenajes por los 121 años del nacimiento de Gardel con la idea de ubicar su estatua en varias ciudades. Elegimos a Bahía Blanca para comenzar porque la considero la capital provincial del tango", explicó Valle.
Esa calificación deriva de la gran cantidad de espectáculos de tango que alberga la ciudad durante el año, así como el haber sido cuna de artistas como Juan Carlos Cobián, Carlos di Sarli, Francisco Amor, Augusto Pedro Berto, juan Carlos Marambio Catan  y Roberto Achával, entre otros.
Carlos Gardel actuó en Bahía Blanca en cuatro oportunidades. Integrando el dúo con José Razzano lo hizo en 1918 y 1924 en el Teatro Municipal y en el Palace Theatre (Brown 162); y como solista en 1930 y 1933, en la sala del Palacio del Cine (Chiclana 174). Existen versiones que lo ubican visitando la ciudad en otras dos ocasiones, aunque por razones ajenas a su 
calidad de artista.
Realizando una breve reseña de las visitas del zorzal a la localidad bahiense, Eduardo Giorlandini participó de la ceremonia frente a la gran cantidad de vecinos que se acercaron la mañana del 24 de junio para presenciar el descubrimiento de la estatua que evoca la figura de Gardel.

El Centro de Estudios de los Intereses Nacionales (CEIN) distinguió a varias personalidades de la cultura local, a Alberto Podestá y a la Academia Porteña del Lunfardo con estatuillas realizadas por el artesano bonaerense Celso Biondo,, distinción que fue recibida por el Dr. Eduardo Giorlandini en representación de la entidad.


 Por la noche el Histórico Teatro Municipal de Bahía Blanca presento un lleno total, para disfrutar de un espectacular show de tango que dio comienzo con la actuación de Gaby “La voz sensual del tango”. La morocha Bahiense hizo gala de su magnífica voz, sin duda una de las más dulces, consiguiendo transmitir todo un cúmulo de sensaciones impresionantes con un peculiar fraseo cargado de gran profundidad, tanto de contenido como de sentimientos. Es de destacar la gran actuación de los bailarines Jesús Velázquez y Mariana Castro y de los bahienses Gustavo y Natalia. El espectáculo continuó con una serie de interpretaciones magistrales de Luis Filipelli “un cantor con perfume de glicinas” que al escucharlo nos retrotrae a Raul Berón, Angel Vargas, Luis Cardei, un lujo para nuestros oídos. El cierre musical estuvo a cargo del mítico Alberto Podestá, una leyenda del Tango Cantado que emocionó con su interpretación del Bazar de los Juguetes... una lágrima rozaba nuestras mejillas y el corazón herido palpitando en rauda galopada... el público de pie lo ovaciono en cada tema.
Antes de que el telón cubriera el escenario, el Dr. Eduardo Giorlandini se integró a una simulada mesa de café donde Podestá y Filipelli intercambiaban anécdotas del pasado, dándole calidez a la noche, además de una cercanía y complicidad con el público poco habituales.
Noche de gala, de reencuentros y de promesas, revestida con el marchamo de la sensualidad y del buen gusto, de la tradición y en especial de la tan añorada camaradería, donde no hubo sosiego para el espíritu al someterlo a esa suerte de láudano que todo lo suaviza, matiza e iguala como es la música con mayúsculas.
 José Valle (productor del evento), Alberto Podestá (cantante), Gaby "La voz sensual del tango" y Eduardo Giorlandini.
Alberto Podestá y Edaurdo Giorlandini


Jesús Velázquez, Mariana Castro, Alberto Podestá, Gaby "La voz sensual del tango" y Eduardo Giorlandini.

domingo, 7 de agosto de 2011

EDUARDO GIORLANDINI en TODO TANGO

Como letrista de tango, Eduardo Giorlandini se encuentra entre los grandes creadores que dieron vida al 2x4, te recomendamos este sitio web para realizar tus consultas sobre todo lo que tiene que ver con nuestra música ciudadana:
http://www.todotango.com/spanish/creadores/egiorlandini.asp

lunes, 16 de mayo de 2011

Sobre el tango y sus raíces (Libro)

El especialista indaga con profundidad y solvencia, en un lenguaje ameno y accesible a todo público, procurando importante información a los devotos de esta pasión nacional.
Autor/es:  - Eduardo Giorlandini
Fecha Publicación:  12/2010
ISBN: 978-987-1620-23-4
Serie: Extensión

Viejo Smoking

Chamuyando tangos
por el doctor Eduardo Giorlandini


De acuerdo al prontuario

Este tango tiene la autoría de Celedonio Esteban Flores (letra) y de Guillermo Desiderio Barbieri (música). Ambos, como se sabe, fueron autores de famosos temas. Barbieri, padre del actor Alfredo, acompañó bastante a Gardel y murió junto a él en el accidente de aviación el 24 de junio de 1935.

Entre el inglés y el lunfardo
Smoking es un anglicismo, pero para ser preciso y académico debo anotar que en realidad se trata de un anglicismo, es decir una voz del inglés usada en otras lenguas, como la común en la Argentina, o sublengua como el lunfardo.
Utilizada en la poesía lunfarda, en las letras de tango y, en general, en la literatura popular y en la mal denominada "culta", desde Chapaleando barro del "Negro Cele", hasta Martínez Estrada y La cabeza de Goliath. En algunas fuentes populares la vemos con una grafía distinta: smocking.
Más, la palabra se castellanizó y se puede escribir "esmoquin", sin riesgo a que ningún purista se moleste con razón.
¿Cómo se incorporó la palabra a nuestro vocabulario? Lo mismo que miles de otros vocablos, pero con más facilidad cuando se trata de una prenda cuyo uso fue muy difundido y adoptada por las clases altas de la sociedad y por otras para ocasiones festivas y, además, por tangueros argentinos que pasearon su pinta por el mundo, en ámbitos nocturnos incluidos los porteños, y algunos bohemios y nocheros del ambiente del cabaré, en el tiempo en que allí funcionaban el restaurant y la milonga. Lo usó "El Morocho del Abasto", porque él podía darse el "lujo" de vestirse de arrabalero o de gaucho, sin que nadie del barrio se sorprendiera, porque todo le fue permitido. Otro de los grandes que lo vistió con elegancia y distinción, fue el Maestro Juan Carlos Cobián, con una flor en la solapa, como muchos, sospechados de pretender hacer del tango una expresión propia del salón, arrancado y trasplantado del arrabal y con el pilchaje cambiado como si fuera un transvestido.

El personaje del tango
Recorriendo la letrística y la poemática lunfarda ubicamos la prenda y a fuer de sinceros sus autores han sido invariablemente los primeros en ayudar a la castellanización de extranjerismos; hoy, este fenómeno se hace ostensible a través de los medios de comunicación masiva.
En el caso del vocablo smoking, en una corriente de opinión, ha ocurrido algo curioso: en todas partes designa al traje masculino de noche, lo que no es así en los países de habla inglesa, en los que es remplazado por dinner jacket o tuxedo.
Hubo tiempo y espacio, los porteños en la Argentina, en los que cierto tipo de calavera buscó la forma de movilidad ascendente, por decirlo en términos de sociología, nada más que con su estampa y encontró refugio en la prenda nochera que fue el smoking, ahora esmoquin. Muchos de ellos fueron nada más que la apariencia del bacán o del jailaife y en la primera de cambio quedaron, como en la vieja letra, amurados, perdidos en el misterio del mundo y sin tovén.
Esta es la historia del figurín de este otro tango, "Viejo Smoking", de Celedonio:

"y mirá este pobre mozo
cómo ha perdido el estado,
amargado, pobre y flaco
como perro de botón".

Su cotorro se fue despoblando, sin otro lujo que la catrera compadreando sin colchón. Todo se le fue "de cabeza pa' l empeño" y se dio "juego de pileta", menos la prenda, que fue parte de la fábula o del sueño que lo rodeó de ambientes suntuosos, muchachas hermosas que dejaron en las solapas de aquella prenda estuque, lágrimas y carmín.

Letra y vocabulario

"Campaneá cómo el cotorro
va quedando despoblado,
todo el lujo es la catrera
compadreando sin colchón.
Y mirá este pobre mozo
cómo ha perdido el estado,
amargado, pobre y flaco
como perro de botón.
Poco a poco ya se ha ido
de cabeza pa'l empeño,
se dio juego de pileta
y hubo que echarse a nadar.
Sólo vos te vas salvando,
porque pa' mí sos un sueño
del que quiera Dios que nunca
me vengan a despertar.
Viejo smoking de los tiempos
en que yo también tallaba,
cuánta papusa garaba
en tu solapa lloró.
Solapa que por su brillo
parece que encandilaba
y que donde iba sentaba
mi fama de gigoló.
Yo no siento la tristeza
de saberme derrotado
y no me amarga el recuerdo
de mi pasado esplendor.
No me arrepiento del vento
ni los años que he tirado,
pero lloro al verme solo,
sin amigos, sin amor.
Sin una mano que venga
a llevarme una parada,
sin una mujer que alegre
el resto de mi vivir...
Vas a ver que un día de éstos
te voy a poner de almohada
y tirao en la catrera
me voy a dejar morir...
Viejo smoking, cuántas veces
la milonguera más papa
el brillo de tu solapa
de estuque y carmín manchó.
Y en mis desplantes de guapo,
cuántos llantos te mojaron,
cuántos taitas envidiaron
tu fama de gigoló.


BOTÓN. Vigilante.
CABEZA (IRSE DE). Caer rápida y directamente.
CAMPANEAR. Observar.
CATRERA. Cama.
COTORRO. Habitación.
DESPOBLADO. Vacío.
ESTUQUE. Revoque.//Cosmético facial.
GARABA. Mujer joven.//Mujer que protege a un hombre.
GIGOLO. Hombre que recibe favores, dinero o bienes de una mujer.
GUAPO. Peleador valiente.
MILONGUERA. Bailarina que trabaja en lugar de diversión.
PAPUSA. Mujer hermosa, elegante y atractiva.
PARADA. Dinero que en el juego se expone a una sola suerte (según Gobello,
entre otros significados).
PILETA (JUEGO DE). Situación de riesgo (ib.).
TAITA. Guapo (ver esta voz).
TALLAR. Decidir, sobrepujando.
TIRAO. Tirado.//Abandonado.
VENTO. Dinero

N.B. "Che, Flores... Te revelás en lo que siempre fuiste. Un poeta, un verdadero poeta
de línea; un versificador ducho, 'púa', de un espíritu puramente criollo, sensiblero y reo... ¿Querés que te hable derecho viejo? Para mí sos uno de los pocos impresionistas de
psicologías de tipos y costumbres suburbanas...".
(ENRIQUE DIZEO)

Fuente: http://www.terapiatanguera.com/