Nació en Bahía Blanca el 29 de noviembre de 1934.
Abogado de profesión, profesor universitario, miembro de la Academia Porteña del Lunfardo, miembro académico nacional e internacional, conferencista.
Es autor de cuarenta y seis libros entre los que se destacan: El Frontón, El pensamiento fundamental de Ricardo Lavalle, Movimiento de Reforma Universitaria de 1918, Perfil del Desarrollo Argentino, Ricardo Balbin, el Radicalismo y la Republica y Luis León, el Movimiento de Afirmación Yrigoyenista y la Unión Cívica Radical.
Lleva escritos más de trescientos artículos periodísticos, científicos, de investigación, ensayos, monografías, es autor de canciones populares y columnista de diversos programas radiales tanto bahienses como nacionales.
Ocupó varios cargos técnicos, científicos y legislativos.
Giorlandini es fundamentalmente el maestro que siempre llevará al alumno hasta el extremo, pondrá su mente en conflicto, lo templará como el martillo templa la espada golpeándola contra el yunque del herrero. Sentirá todos los dolores: los propios y los de su discípulo, y estará presente de tantas formas como sea necesario para hacer que su alumno avance.
No cualquiera es un maestro. El verdadero maestro puede aliviar las cargas, secretamente llevar algunas que nos son insoportables, pero por sobretodo nos enseñará como ser libres. Llegado el momento, cuando estemos maduros, muy a nuestro pesar, es posible que nos abandone hasta físicamente, tal como una madre cría al hijo hasta que alcanza su madurez, y luego de encaminado, lo deja partir para vivir su propia vida.
Don Eduardo Giorlandini camina diariamente por Bahía Blanca, su ciudad de toda la vida, dondequiera que detiene al azar su camino se le acoge con respeto y alegría. Es un hombre querido y respetado, es un “tipazo”. Uno de esos caballeros de antaño, de los que ya no vienen, un hombre afable, formal, culto, con gran sentido del humor y un porte plagado de elegancia y señorío, con una humildad extraordinaria, y siempre dispuesto con el mejor gesto. No busca publicitarse, es de esos hombres que cualquier persona se sentiría honroso de ser su amigo.
Yo tengo el privilegio de serlo y lo admiro porque vive su vida al máximo. Porque se esforzó para ser lo que es. Porque puso el pecho en las paradas más difíciles… nunca se achicó
JOSE VALLE
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Fui "alumno" del maestro durante muchos años, no de la universidad, sino de la vida y del trabajo, y coincido en todas y cada una de las palabras del Sr.Jose Valle, salvo con la fecha de su cumpleaños que es el 29 de noviembre, es decir, hoy. Gracias Sr.Valle por reflejar tan bien lo que ès Eduardo, que sin duda es el pensamiento de muchos pero pocos son los que lo escribimos.
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